Un ejemplo digno de imitar
/Mientras una sonrisa se dibuja en su rostro cuando se imagina su graduación de secundaria a finales de este año, Luzby menciona que su mayor ilusión es convertirse en una enfermera.A sus 17 años no queda ni la sombra de aquella niña que llegó hace 12 años a Servicio Panamericano de Salud, severamente desnutrida, sin cabello y con su piel muy dañada.Su abuelita fue quien la ingresó, pues su madre tenía que hacerse cargo de sus otros hijos. La pequeña vivía con su madre y su padrastro, quien sentía menosprecio hacia ella, por no ser Luzby su hija biológica. El maltrato físico y psicológico, sumado a la pobreza llevó a la abuela a tomar la decisión de buscarle una vida mejor a su nieta, por lo que la trajo a nuestra institución para que ella recibiese no solo el tratamiento médico que necesitaba, sino también amor y educación.Los años han pasado y Luzby no siente resentimiento alguno por la familia que una vez no la tomó en cuenta. Por el contrario recuerda mucho a su madre y de vez en cuando la visita. Siempre se ha caracterizado por ser una joven responsable, aplicada en sus estudios y que obtiene buenas calificaciones.Además es muy espiritual, le gusta participar en las actividades de la iglesia, e incluso predica muy bien. Ella es uno de los ejemplos a seguir en el Hogar de señoritas. Porque a pesar de todos los sufrimientos que tuvo que atravesar, no guarda rencores ni resentimientos en su corazón.Su perseverancia por salir adelante día a día, es una inspiración para todos aquellos que la rodean.Actualmente cursa el primer curso de bachillerato, y el próximo año, con la ayuda de Dios como ella misma lo dice, espera graduarse de la secundaria. Aun recuerda aquel primer día de escuela, cuando a sus seis años, todavía recuperándose de la extrema malnutrición que le aquejaba, pudo recibir la bendición de la educación. Ahora todos sus esfuerzos están a punto de dar fruto. Además está recibiendo un curso de enfermería auxiliar, del cual también está próxima a graduarse.Su pasión por ayudar a los enfermos y necesitados, tal y como la ayudaron a ella cuando más lo necesitó, se está desarrollando desde ahora. Y no tenemos la menor duda de que esta joven podrá cumplir todos sus sueños.(Vea carta de agradecimiento por Luzby, abajo.)
¡Hola, mi nombre es Luzby!Doy gracias a Dios por la oportunidad que me da de vivir en un lugar tan lindo como este. También me siento alegre porque aquí encontré el amor de mi Padre celestial, lo más importante es tener a Jesús en el corazón. Eso es lo más bello que uno puede tener.Doy muchas gracias a Dios porque me dieron la oportunidad de crecer en este lugar y porque tengo una familia que quiero bastante, los Youngberg. Gracias por la oportunidad que me dan de estudiar y también les doy gracias por corregir mis errores cuando estoy equivocada. Gracias a cada una de las personas que a diario se preocupan por mí, y de manera muy grande agradecerle al Dr. Tom y Calle, que son las personas encargadas por cada uno de nosotros para que estudiemos.Dios bendiga cada persona que hace su esfuerzo por ayudarnos y por todo lo bueno que son. Gracias.Luzby Mejía