CTMC AL RESCATE
/Han pasado seis meses desde que Alicia ingresó al Centro de Rehabilitación Nutricional, (lee su historia aquí) y ahora vive en un mundo totalmente diferente, un mundo donde el hambre no existe más, dónde los abusos fueron cambiados por palabras de amor y abrazos, dónde la miseria fue dejada atrás, donde existe el calor de una sábana en las noches frías, y dónde se esparce el amor de una familia. Todo esto se pudo lograr gracias al esfuerzo que en Octubre del año anterior realizó el equipo del Hospital de San Marcos, Texas, quienes cada año organizan dos viajes médico-misioneros hacia nuestro país, con el fin de que niños inocentes como Alicia y Antonio, quien ya se encuentra de regreso en su hogar, puedan ser rescatados del hambre, la miseria y el dolor.“Esta brigada es una bendición, porque nosotros no tenemos dinero para comprar medicinas”, “Nos queda muy lejos el centro de salud, por eso nos alegra que vengan los doctores aquí”, “ahora si voy a poder leer la Biblia, con estos lentes que me acaban de regalar”. Estas son algunas de las reacciones de las personas beneficiadas con este equipo médico, que regresa a Honduras el próximo lunes, y que durante una semana continuarán llevando múltiples bendiciones para los necesitados. Es para nosotros un orgullo trabajar mano a mano con el CTMC por el bien de la niñez hondureña.La próxima semana viajaremos a las montañas más remotas, en las cercanías del Lago de Yojoa, llevando atención médica a aquellas personas que no pueden obtenerla, debido a las extremas condiciones de pobreza en que viven. Sabemos que en esas montañas hay muchos pequeños, que al igual que Alicia esperan con ansías la ayuda que a diario le piden a Dios, y de igual manera, sabemos que ciertamente el grupo médico de CTMC estará siendo guiado por nuestro Dios para llevar alivio y sanidad a las aldeas necesitadas. Es por eso que les pedimos su apoyo mediante la oración, por la seguridad para el equipo médico que se prepara para viajar y porqué podamos rescatar esas preciosas criaturas inocentes, que nos esperan.